Beto Ortiz, dijo en su programa de TV, que sólo los fracasados escribimos en nuestros blogs, ya que no tenemos otro medio importante como para hacer llegar nuestra opinión a la gente. Tal vez tenga razón y ese comentario hizo que me sintiese un total fracaso como persona.
Además debo agregar que la competencia de secundaria, a la cual llamareros TR, tiene un conjunto de escritos publicados en un periodico, cuya difusión sólo es interna y una especie de portal dónde hace alusión a elementos feministas y se manda con todo un ensayo, por cierto con muchas referencias bibliográficas, para explicar no sé que cosa...
¿Podrá mi mente viperina, mostrarse misericodiosa con mi cordura y dejar en paz aquellos pensamientos de ansiedad, envidia y frustación que están generándome estos transtornos de personalidad (si es que aun con personalidad excéntrica es difícil de calificar)?
Y no sólo es TR, quién me hace ver menos...
"Ansiosa por que me contestes", es el peor estado que he colocado en estos 20 años de vida. Mis miedos y desprecios se juntan para buscar tu aceptación y sin embargo quién logra entender esta cabezita tan loca y sin sentido? Creo que tú tampoco lo harías, ni lo harás.
Pero es grato imaginar una escena en la que la conexión de nuestras mentes se entrelacen con nuestros cuerpos y hagan CLICK (a lo Tula). Disfruto con esa escena, que guardo secretamente en mi cabeza hueca.
Después de explorar tus fotos y buscar referencias tuyas en la web, todo el fin de semana pasado, no me explico como es que puedo entablar una conversación interesante con saber muy poco. Espero te resulte interesante que alguién de mi edad pueda pretender saber más que los demás, tal vez por eso es que no respondes, pero sí lees lo que te escribo (ese es un primer paso, después de todo).
Sin embargo, necesito desterrarte de mi cabeza. El gusto por escuchar tu voz, leer tus mensajes, ver tus ojos, tus labios, tu piel...me están envenenando. A tal punto que ya no sé si te has convertido en un Flytrap o simplemente es nuestro juego y te encanta hacerlo, porque nunca antes una jovencita tan insolente como yo te había despertado este tipo de emociones.
De cualquier forma... muy pronto mis obligaciones, deberán pesar más que mis sentimientos. Es allí en dónde me demostrarás si es que nuestro juego valió la pena o sólo era un experimento de laboratorio.
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