martes, 10 de mayo de 2011

¿Qué pasó?

Según nuestro tutor, 2do "A" era un salón bastante homogéneo. Uno de esos pocos en dónde la gente sociable se integraba con la gente antisocial, dónde los chancones eran los mejores amigos de los vagos y en dónde se respiraba amor, paz y armonía (eso era lo que ellos decían). 
Por esos días, mi mejor amigo se llamaba David, creo que cometí un error al decirle que él era uno de mis ideales de hombre, pero que obviamente sólo lo veía como un hermano... eso creo que terminó por confundirlo aun más. Felizmente esto no pasó a mayores y nuestra amistad siguió avanzando y fue muy fuerte (hasta que se cambió de colegio, porque elevó su nivel socioeconómico y desde entonces no sé nada de él).
Sin embargo hasta ese momento nuestra amistad y compromiso por las cosas justas, nos llevó a denunciar un hecho de plagio por parte de una de nuestras compañeras.

¿Alguna vez han escuchado hablar de las personas convenidas? pues no me he dado el trabajo de investigar si existe algún otro término psicológico que defina a este tipo de gente; pero el concepto de persona "convenida" basada en mi experiencia, tiene que ver con aquellos individuos que buscan obtener algún tipo de beneficio a costa de otros (o debería decir directamente... a costa mía). - En esta parte no me quiero presentar como la víctima del asunto después de todo creo que de los errores se aprende, ya ustedes juzgarán quién en realidad es víctima o no -

Recuerdo muy bien, que fue en una de las prácticas de matemática, de la clase que dictaba el profesor Zambrano, que David y yo, preguntamos a Fiorella cuánto de nota había sacado. Ella nos enseñó su examen y notamos el gran 06 de nota, pero no sólo nosotros lo habíamos notado también lo habían visto Daniela y Ricardo. Era obvio que al momento de entregar el examen debía de tener la misma nota ¿no?; pues he de contarles que esto no fue así.

Denunciamos el hecho ante el profesor, ante el tutor y a las finales, terminamos todos (David, Daniela, Ricardo, Fiorella y yo) en la dirección, pero el director estaba ausente.
Fiorella, quién siempre nos recordó que su mami era la Gerente General del Hotel Carrera "Las Américas", no dijo ni pío porque su mamá nos amenazó (o por lo menos yo lo sentí de esa forma, más aún siendo becada). Ella dijo: "Yo soy amiga del padre Pedro - incluso dirigiéndose a los profesores - yo he fundado con él la parroquia de Sol de Oro, no puede ser que este par de mocosos - obviamente se referían a mi y a David - difamen a mi hija de esa forma..blah blah..." No sé que conversación previa habrá tenido con los profesores Zambrano y Torrejón, quienes llamaron a David a un costado para conversar.

Después de un largo rato... (una pausa bastaaaante grande) David regresó y grande fue nuestra sorpresa que tuvo que retractarse y pedirle perdón a Fiorella. Le hicieron humillarse ante tal acto de injusticia.
Obviamente, yo no podía creerlo, fue demasiado para mi.

Se sorprenderían al saber que David y Fiorella son amigos. Ella lo fue a visitar en Yale (Universidad dónde él estudia) y ella... de ella no sé nada más. Sólo sé q su hermana menor estudia en la misma universidad en la que yo estudio.

domingo, 1 de mayo de 2011

Sigo estudiando y qué

La universidad.
Después de salir del colegio, la universidad se convirtió en un sueño casi inalcanzable. Sobre todo, después de la grave crisis financiera que había afectado a mi familia, luego de que mi papi decidiera renunciar a su antiguo trabajo.
No es necesario hablar de que pasé hambre o que hacía falta el dinero en casa, porque eso nunca pasó; pero al hablar de "crisis" me refiero a que el estilo de vida al que estaba acostumbrada a vivir se convirtió en un eje condicionado a una serie de reducciones significativas, que al inicio me costo mucho aceptar. Sin embargo, éste no es el tópico de hoy... así que hay ir al tema central.
Habiendo salido del colegio y con 16 años, después de ingresar a universidades privadas (las cuales no podia pagar) y teniendo en cuenta que tenía un hermano menor que tambien demandaba de educación; decidí presentar mis papeles al instituto de Adex. De esta forma, empecé a introducirme en este absorvente mundo de los negocios. Poco a poco descubria cosas interesantes en las que veia potencial. Y así, conforme fue pasando el tiempo... y luego de algunos intentos fallidos de iniciativas emprendedoras, la vida me configuró en un trabajo en el sector privado y con corte aduanero (no sé si sea bueno decirlo, pero la verdad es que Aduanas y yo nunca nos hemos llevado bien). Creo que no me emocionan tanto los temas en Logistica como a mi mejor amiga.
Mis deseos de querer explorar mucho mas allá, me llevaron a seguir cursos en Nueva Acropolis, en Idiomas Catolica, el Britanico, en el mismo Adex ( y estoy segura de que si hubiese contado con mas dinero, tendría aún más centros por mencionar); pero llegado el momento de reflexión ("existencialismo", momento EMO que le dicen), me quedé otra vez en la nada. Y más me ahondé en un precipicio sin salida, cuando descubrí que lo mío, no necesariamente tendria que direccionarse hacia los negocios, sino que tendria que ver con un ámbito mucho grande y amplio que tenga que ver con la vocacion de servicio y politicas de desarrollo. Para lograr aquella meta, debía romper necesariamente con mis esquemas mentales. Buscar la forma de hacer lo que realmente me importa: "Seguir estudiando"...
Es poco probable que muchos puedan hacer lo que yo hice. Es decir, renunciar a una línea de carrera en una empresa en dónde a muchos les gustaría trabajar; renunciar a un sueldo estable; tener que lidiar con las presiones de 3ros (por la pregunta "y por qué renunciaste" - si quieres das explicaciones y sino te las reservas, igual te consideran "inmadura"); el costo de oportunidad de dejar el trabajo y quedarte en nada; etc.
En el tiempo que había estado trabajando, había ahorrado la cantidad de dinero suficiente como para mantener el mismo estilo de vida que había llevado, durante por lo menos 6 meses (obviamente ese dinero ya se esfumó), haciendo presupuesto y sacando cuentas, podía acceder a el curso de Titulación en Adex, pagar la mensualidad en Idiomas Católica y buscar pagarme algún otro curso técnico (siempre he querido estudiar diseño). Además que tenía que realizar viajes constantes a Barranca y Pativilca (al norte chico de Lima), debido a algunos problemas familiares que debía atender como hija, prima, hermana y sobrina.
No había contado con que una nueva persona llegaría a mi vida y me cambiaría la perspectiva de ver las cosas, pero reitero ese no es tema.
El punto es que después de unas largas negociaciones con mis papis y luego de comprometerme a dejar la rebeldía; empecé con los trámites para la convalidación de mis cursos en la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL). Saqué los documentos requisito, pasé las entrevistas, di el examen de suficiencia de inglés, esperé al Inctroductorio de Matemática... me fui de viaje. Y de pronto en la 2da semana de Agosto del 2010, yo ya estaba en USIL, empezando mi vida universitaria.