No observé a las personas del salón de niños de primer grado porque me sentía fatal.
Sólo reconocía a la Miss Giuliana, y a una auxiliar malhumorada llamada Domitila.
Recuerdo, que me subieron a la casa donde vivía la directora y me dieron antalgina para bajar la fiebre.
Así fue, como transcurrió mi primer día de colegio, ese colegio pequeño en dónde empezaría a descubrir cosas.
De pronto conocí a un niño, su nombre, Ivan Caro. Vaya que lo recuerdo. Me llamaba la atención que su papá lo trajera en moto. Y creo que le caí muy bien, y nos hicieron sentarnos juntos. Y así fue como simplemente se le dio por protegerme sin que yo se lo pidiera. Luego de eso estaba Raúl Estica. ¿Cómo no recordarte Raúl?, aun cuando no lo quieras admitir, eras guapo y curioso, pero no era necesario que le dijeras a toda la clase que yo era tu "Kimberly". Ese fue uno de los más grandes errores que cometiste conmigo. No fuiste despacio y yo simplemente aprendí a destrozar tu corazón des mintiéndote. Luego estaba Chrisbel Ramos, la 1er puesto de la clase, inteligente y responsable como ella sola, con un cabello largo y castaño, de ojos pardos y test blanca. Hasta se podría decir que fuimos mejores amigas. Éramos las Cris y traíamos locas a Raúl, quién nunca se decidió por alguna de las dos. Unos días después, me reservé un amigo para mi sola, Christian Campomanes. Él era especial en todo sentido, me parecía un chico tierno y dulce. Totalmente distraído, pero tierno al fin y al cabo, con una inteligencia dispersa, diferente. Me llamaba mucho la atención, parecía salido de otro mundo. Él parecía estar en otro mundo, eso lo podría hasta afirmar.