lunes, 14 de febrero de 2011

Viéndome, cruzándote y atravesándome


Recorro por las callejuelas contiguas a la universidad, sólo me dirijo a las clases de siempre - números, variables, probabilidades, medidas de tendencia central, media, mediana, moda, varianza, desviación estándar - sólo que ésta vez quiero estar sola.  -SOLA - La fortaleza que infunde mi desempeño académico, radica en una sed de venganza y, a pesar, de cualquier comentario a fin, me ayuda a mantenerme vigente dentro del quinto superior de mi facultad. Mi mente, bosqueja las imágenes del pasado queriendo alertarme del récord histórico de mi comportamiento, sobretodo porque siempre en los inicios se tiene un hambre de conocimientos único, pero después y tal vez por el cansancio, esto disminuye, trayendo consigo aquella pereza natural que nos obliga a permanecer inmóviles a nuestras responsabilidades y demás. Entonces, ¿podría considerar acaso la posibilidad de perderme en medio de tanto estudio? o tal vez, ¿podría sentirme frustada porque mi sed de venganza sólo es redimible mientras te vea disfrutando de tus altas calificaciones y tu sonrisa pendenciera?... Lo cierto, es que me canso de verte. Al parecer el campus es tan pequeño que con sólo bajar las escaleras o entrar a la biblioteca, me cruzo contigo.
Idea original de SuEMi Maeda Ruiz.
Edición y Elaboración de SuEMi Maeda Ruiz
Créditos Fotográficos a Zulema Celmi, Amparito Timoteo.
Así es que ando huyendo de todo y todos. No quiero q nadie me llegue a alcanzar. Mi momento antisocial, se ha dado en varias ocasiones y por diferentes motivos. Tal vez, no se entiende el termino de dar espacio a los demás, porque hay personas que necesitan mayor atención que otras, pero la verdad es que por el momento y hasta dónde yo sé, pocas son las personas que comparten conmigo desde mi forma extraña de vestir, hasta mis pensamientos extravagantes. Sé que los demás, sólo lo hacen como un favor a parte, como parte de aquel plan macabro de la conveniencia. Y es que quiero que sepas que no estoy disponible para todos. Que no es agradable que después de haberte ayudado, cuentes con que me voy a alegrar porque tu has obtenido mayor nota. Recuerda que no soy la Madre Teresa de Calcuta y que soy un ser aún hostil y en proceso de entrenamiento para socializar. Creo que es por ello, que te aprovechas de esta situación para sacarme en cara que no estoy a tu altura, porque después de 4 años te acostumbraste a llevar tu vida independientemente y que yo sólo me estaba convirtiéndome en un estorbo. Pero, te tengo una pregunta: Si en verdad crees que las cosas suceden por algo, entonces, ¿cuál crees que sea el propósito de Dios con dejar que nos volvamos a cruzar cada día? acaso será el recordarnos que tanto tú como yo, ¿vivimos en pecado?
No es sólo la opción de cambiar lo que eres, sino de ver el trasfondo de por qué o por quién quieres demostrar algo que con el transcurso del tiempo te será un impedimento para seguir hacia tu paso a la felicidad.

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