Yo no veía nada más que un bulto gris donde estaban todos los colores de la tierra. Yo estaba tan pobre tan despojada. No quiero volver ahí, nunca más necesitar abrirme la piel o vomitar, mi otra manera de conectarme con la tierra, menstruar, las mujeres que somos carne abierta, somos una herida que camina.
Frases robadas, somos un ser rajado, hemos sido hechas con un cuchillo, nos duele el amor más que a los hombres, nos duele más la furia, nos queremos morir y resucitar mas que ellos.
Dios, perdóname tantas veces que dejé de creer en todo. Dios, no me dejes volver a caer en esas fosas donde a penas podía oír mi respiración acezante y mordía las sábanas, la almohada, mordía mi pijama, me aguantaba las ganas de entrar en el punzón o en tocarme. Quedaba como loca, triste, deshecha, el orgasmo me llevaba arriba y luego me dejaba más muerta, más vacía.
Era un golpe de sol para luego caer en picada, enceguecida.
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