domingo, 15 de enero de 2012

Back to life



Ella había controlado sus pensamientos de una forma muy eficiente (o por lo menos eso creía). 

Ayer, mientras regresaba en el bus y veía los campos de cultivo del Fundo Oquendo, su mente se esforzaba por no pensar en aquella oscuridad. Pero la música, cuál droga empezaba a hacer efecto, además las palabras de Andrea resonaban en su cabeza: "Simplemente quiero salir a bailar...", de pronto Erik Arbores empezaba a sonar en su Ipod.
Para ese momento, un cúmulo de sentimientos la dominaba. Quería salir del bus y dirigirse a alguno de esos antros en donde se puede bailar hasta el amanecer, soñando que algún día se iría a Ibiza para repetir la experiencia frente al mar con mucha música electrónica y cortadoras de luz por todos lados. Poseída musicalmente, imaginaba para sí que podría expresar toda aquella amalgama de palabras que sólo un cuerpo puede expresar cuando se encuentra en trance, en éxtasis.

Anestesiada cerebralmente. Cansada por aquellas funciones del trabajo cotidiano que no la dejan pensar más allá de lo que debería, después de casi 2 semanas y media de estar incomunicada del fbook, empezó a sentir nostalgia.

Sí. Ella despertó con nostalgia de tener esa sensación de "querer / amar", de despertar pensando en alguien especial, de querer abrazar y besar. ¿Se puede extrañar el simple hecho de querer compañía?
Y sin embargo quiere estar sola, porque muchas otras personas se han ofrecido y simplemente generan en ella una sensación de rechazo natural (con un "no gracias" podría bastar). Creo que puedo esbozar ciertos nombres en los que su cabeza podría estar pensando para llenar esta falta de completitud que la está inundando, pero adentrar en ella es como si estuviese jugando con juegos pirotécnicos caducados.

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