No existen muchas personas que se suban a un micro y empiezen ha tomarse fotos dentro de él.
Peor aún cuando existe tanta delincuencia por la calles de Lima. Algunos, como mi hermano, suelen llamarnos poseros, creyendo que sólo intentamos llamar la atención de transeuntes, conductor, cobrador o usuarios del servicio.
A mi en particular, no preocupa lo que ellos crean de mi. Me gusta hacer crónicas fotográficas de lo que me sucede. En realidad es una locura utópica que heredé de mi papá. Siempre imagino que alguien tendrá bastante material como para que pueda elaborar un reportaje biográfico de lo que fui o hice.
En realidad no soy nadie importante. O por lo menos eso es lo que yo creo. No sé a quién o quiénes pueda interesarle mi vida. Llena de cosas extrañas y decepcionantes, porque ha transcurrido todo de una manera tan normal y anormal a la vez. ¿Qué es lo que otros podrían hablar sobre mi?
Gabriela Guevara, es una muy buena amiga; ella me acompañó en esta travesía de exploración, desde que tuve una cámara digital en mi poder. Se involucró en el hecho de tomarnos fotos, grabar videos y hacer tanto huevin que terminamos por cansarnos de ello.
Luego de 4 años de conocernos, querernos, molestarnos.. volvemos a retomar la costumbre días previos a nuestra ceremonia de graduación. Y aunque han pasado los años aún mantenemos ese espíritu joven e impetuoso que nos hace ser quien somos y complementarnos casi perfectamente.
Gaby, es muy muy cariñosa, afectuosa y engreidora. Es imposible olvidar sus demostraciones de afecto frente a todo el mundo, sobretodo porque para mi solían ser una tortura alérgica. Ronchas por aquí, ronchas por allá. La alergia no paraba de molestar, cada vez que Gabicita me abrazaba. Qué jodida que era ella!!!..
Y aún así, a pesar de mi alergia, mi mal humor, mis malos tratos en público y en privado...a pesar de ello, a pesar de todo lo malo que me porté...siguió demostrándome afecto. Y cuando más la necesité estuvo allí para darme uno de esos abrazos, para darme consuelo, para escucharme y para seguir haciendo huevin.
Si dijera gracias, sería insuficiente como para decirle un Te Kiero. No creeria que existen las amigas si es que ella no hubiese dado el primer paso. Si ella no hubiese persistido, yo jamás me hubiese dado cuenta que mi actitud idiota me estaba carcomiendo y no aceptando mi realidad, no siendo quién puedo ser y reprimiendo mis sentimientos por temor a sufrir.
Yo, la amargada, puedo decir que aun siendo infeliz pude encontrar alguien simple con quién compartir momentos de alegría y emotividad. Ahora ya no es Gaby quien se acerca a mi para darme abrazos. Soy yo la que va a dónde ella se encuentre para que sea ella quién me los dé.
